SOBRAN INMIGRANTES

Según el último dato facilitado por el Ministerio de Extranjería en España hoy hay casi 6 millones de extranjeros, de los cuales sólo 1,6 millones están cotizando a la Seguridad Social, así lo indica la estadística de Afiliación de Extranjeros a la Seguridad Social correspondiente al pasado mes de julio, dada a conocer esta semana por el Ministerio de Empleo. Así las cosas esto quiere decir que hay 4 millones de extranjeros que se aprovechan de nuestro sistema, utilizando nuestros servicios públicos, nuestra sanidad, nuestra educación y apareándose con nuestros hombres y mujeres sin aportar ni un euro de cotización. A todo ello hay que sumarle los delitos que esta gentuza comete contra los españoles, no sólo de fraude fiscal (ya que algunos trabajarán sin cotizar) sino comisiones de delitos de sangre y robos. Así lo demuestra el casi 50% de población reclusa en nuestras cárceles, que es de origen extranjero.

Así las cosas, si el 10% de la población es extranjera y el 50% de los presos son extranjeros: los inmigrantes vienen a delinquir.

En otro orden de cosas, nosotros se lo estamos permitiendo. Lo estamos haciendo con políticas sociales que favorecen los datos anteriores. No se puede permitir que los inmigrantes tengan preferencia con respecto a los españoles al pedir una ayuda económica o social. No se puede consentir que los hijos de los inmigrantes ocupen las plazas escolares ni sus comedores por delante de los nacionales. Es inadmisible que los inmigrantes puedan venir a nuestro país a operarse y a tratarse de enfermedades gratuitamente, aprovechándose de nuestro sistema público de sanidad, al cual mantenemos todos con nuestras cotizaciones. Es bochornoso que los extranjeros chinos tengan beneficios fiscales del 100% durante el primer ejercicio cuando abren un negocio en nuestro país (negocio que luego cambian de nombre cuando les vence el plazo para volver a beneficiarse del privilegio), todo por un absurdo acuerdo internacional, acuerdo que por otra parte hace nuestro Estado con un Estado, el chino, comunista e irrespetuoso con los Derechos Humanos y claramente torturador de sus ciudadanos. Es inadmisible que los inmigrantes quieran imponernos sus costumbres con la negación a la adaptación y convivencia. Es repugnante que nuestro Estado permita y facilite la edificación de mezquitas y templos en terreno público. 

El Gobierno debe cambiar la política de inmigración y endurecer las leyes cuando se trate de sujetos extranjeros e incluir, en la consecuencia jurídica, la repatriación para los delitos más graves, puesto que estos cuentan con la intencionalidad manifiesta de lucrarse a nuestra costa, mandando el beneficio económico a sus países de origen para construirse grandes casas allí para cuando regresen. ¿Cuántos miles de millones de euros habrán huido de España cuando podrían haberse quedado tributando aquí? Todo ello consecuencia de la funesta discriminación positiva implantada por el nefasto gobierno de Zapatero y continuada por el blando de Rajoy.

Si hay seis millones de inmigrantes y tenemos seis millones de parados: sobran inmigrantes. Los españoles debemos tener preferencia en nuestro propio país. 

¡Arriba España!