Carmen
Chacón, o "Carme"
como le gusta que le llamen los pueblerinos, deja su escaño por
Barcelona en el Parlamento para huir a Miami, donde la han
contratado para dar clases. Esta tiparraca fue candidata a la
Secretaría General del PSOE y desde siempre ha querido ser la nueva
presidenta del país, o de la Generalitat de Cataluña, o alcaldesa o
algún puesto de mando dentro del PSC; su
recelo y ansia son ilimitados. Fue
capaz incluso de aceptar el puesto de Ministra de Defensa del
Estado Español tras apoyar los movimientos independentistas de
Cataluña mientras formaba parte del PSC. Sin duda un mérito esto
último del nefasto expresidente Zapatero. Qué años aquellos,
Carme,
ahora
tu marido te ha dicho lo que tienes que hacer para ser un mejor
producto publicitario,
que de eso tiene mucha experiencia, de eso y de LaSexta, el penoso
canal de televisión regalado por Zapatero.
Carmen
Chacón es como aquel animal astuto, que sólo actúa cuando siente
hambre y caza para alimentar su ego, es como el zorro pero en
femenino por ser ella una mujer,
es la zorra,
pese a las connotaciones negativas que algún pseudo-progre pueda
interpretar de esta palabra.
Cabe
señalar que fue la primera mujer que mandó desfilar al ejército
español, sin haber recibido formación alguna en el servicio
militar, desconociendo además por completo el
funcionamiento de Defensa. ¡Viva España!, gritaba a regañadientes
mientras pasaba revista a las tropas embarazada de 8 meses. Todo un
acto de repugnancia y cinismo por su parte. Recordamos que esta
mujercita se
situaba al frente en las manifestaciones separatistas de Cataluña
convocadas por la fábrica de marketing y también partido político
PSC.
Esta
come-pienso huye
ahora de la grave situación por la que atraviesan Cataluña y
España,
dejando
a sus ciudadanos y votantes en la estacada.
Se perderá la votación sobre la independencia de Cataluña, no
pudiendo saber el populacho si votará a favor de la unidad o a favor
de la separación. Se marcha para hacer de profesora a un país
extranjero, aunque quien sabe si sabrá distinguir España, de
Cataluña, de EE.UU. . Aplica pues la misma práctica que abanderó
el gobierno socialista al que perteneció y con la que sigue aun hoy
el PSOE: estar con todos y con nadie a la vez, buscando refugio en
todas las banderas sin importar sus sentidos ni colores, mientras
hubiera alguien que las sostuvieran para pedirle un voto que la alce
en su interesada carrera.
Es
tan patética su trayectoria que no le basta contradecirse dentro de
su propio partido, sino que tampoco tiene claro si se siente
independentista o española, ella huye para no tener que decidir.
¿Qué será lo próximo? Sin duda regresará
a España después de un año, para presentarse por cuarta vez a
presidenta de algo. Le
dará igual el qué, mientras disponga de un sueldo asegurado y una
imagen de líder, sin saber que por el momento tan sólo
responde a un perfil mediocre, de cobardía y de estacada ciudadana.
Este es el pienso que ofrecen las filas socialistas para España,
esas son las zorras que salen de los abruptos bosques.
¡Viva
España!