LA IZQUIERDA MÁS VAGABUNDA Y ASQUEROSA

Cristina Cifuentes es la delegada del Gobierno en Madrid y, recientemente, ha sufrido un accidente de tráfico que la mantiene en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de La Paz, en Madrid. Ante este hecho, el cual se ha producido en unas circunstancias y motivaciones que nada tienen que ver con el partido político al que representa (PP), la mal llamada izquierda española ha hecho saña del suceso, deseando la muerte de una persona y tergiversando la realidad, que se obligan a vincular a su ideario político.

Es muy cierto que Cristina es miembro de un partido político que ha llegado al Gobierno mintiendo y realiza unas gestiones nefastas para el conjunto de los españoles, por ello en un acto de democracia social, es criticada en su contexto político. Ahora bien, este matiz no da legitimidad moral para que un grupo de carroñeros y enemigos de España escriban en redes sociales comentarios injuriosos hacia ella y propios de una República Bananera, deseándole incluso que salga pronto del Hospital para que pueda ver como es derrotada en las próximas elecciones, como ha hecho un representante del fracasado PSOE (Carlos Suffo). Tanta falta de tacto es característica de una izquierda desfasada y acomplejada que exige en la calle no que no consigue en las urnas.

La izquierda pijoprogre, respaldada por médicos cizañeros y cómplices en la sombra del deseo de un golpe de estado, salió ayer a la calle a manifestarse frente al Hospital donde se encuentra ingresada Cristina a pedir que se marche de ese hospital público y acuda a uno privado, en un acto claro antidemocrático y falto de dignidad humana.

Impresentable marea blanca, vosotros sois la vergüenza de nuestra Nación, que considera ilegítimo que un ciudadano español que paga sus impuestos merezca ser excluido del Sistema de la Seguridad Social por el simple hecho de su ideología política. Eso es el ejemplo más banal del moderno comunismo de Estado que pretenden que se imponga en las próximas elecciones. Con vuestros actos deslegitimáis vuestras pretensiones y hacéis comprensible al enemigo.

Sois la peor calaña que ha podido existir jamás. Dejad aparcado vuestro ataque político frente a una ingresada y mostrad la dignidad que pretendéis de vuestro adversario, pues el ejemplo es predicación y la compasión no mostrada aquí la recibiréis en furia el día de vuestro final.

¡Viva España!